Existe una gran oferta de tratamientos en internet que prometen resultados sin ningún respaldo científico
Cada 12 de octubre se celebra el Día Mundial de la Artritis Reumatoide, una fecha para concientizar sobre el diagnóstico y tratamiento responsable de esta enfermedad autoinmune y crónica que se caracteriza por causar inflamación a nivel sistémico y, por lo general, dolor en las articulaciones, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La artritis reumatoide puede generar daños graves en las articulaciones y los tejidos circundantes, así como provocar problemas cardíacos, pulmonares y neurológicos, si no se recibe un tratamiento adecuado y oportuno. Se estima que afecta al 0,5% de la población peruana.
Por ello, conversamos con la Dra. Rocío Gamboa-Cárdenas, reumatóloga, docente e investigadora de la Universidad Científica del Sur (UCSUR), sobre la veracidad de los tratamientos ofrecidos en internet para curar la artritis reumatoide.
Los fármacos utilizados para abordar este mal se dividen en dos grandes grupos. Los primeros tienen la función de mejorar y manejar los síntomas de la enfermedad, pero no son capaces de detenerla. Los segundos son los fármacos modificadores de la enfermedad sobre los que se tiene evidencia científica del potencial para detener el proceso inflamatorio de la artritis.
Ahora bien, existe otro abordaje ofrecido en el mercado para las dolencias musculoesqueléticas: el tratamiento “no tradicional”. Al respecto, la Dra. Gamboa nos explica que “la oferta de tratamientos que se encuentra en internet suele hacer promesas que la ciencia hasta ahora no ha logrado. Por ejemplo, se encuentran anuncios que venden una ‘cura para la artritis’ cuando toda la comunidad científica sabe que las enfermedades crónicas como la artritis reumatoide no se curan, sino que se controlan”.
“Entre los productos alternativos que se ofrecen en internet están los suplementos de colágeno, que prometen fortalecer las articulaciones y prevenir la artritis, y los ‘preparados’, que son concentrados multivitamínicos o ‘golpes’ de vitaminas que refuerzan el sistema inmunológico pero que no han demostrado científicamente curar la enfermedad”, explica Gamboa.
Estos son algunos ejemplos de tratamientos sin aval científico que se encuentran en línea. Sin embargo, existen páginas oficiales de organismos internacionales en los que podemos encontrar información confiable sobre los síntomas y tratamientos probados para la artritis reumatoide.
¿Qué tratamientos para la artritis reumatoide en el Perú tienen respaldo científico?
“Si lo que se busca es atacar la enfermedad, tenemos los fármacos que atacan las células del sistema inmunológico para estabilizarlas, como el metotrexato y la leflunomida, así como los nuevos fármacos biológicos y sintéticos dirigidos. Sin embargo, si se quiere mejorar los síntomas de la enfermedad, los médicos recomendamos principalmente antiinflamatorios, como los antiinflamatorios no esteroideos o AINES (entre ellos el ibuprofeno) y los corticoides, que deben tomarse por un corto tiempo para no crear dependencia o contraindicaciones médicas”, detalla Gamboa.
Antes de empezar a tomar fármacos o recibir algún tratamiento, lo primero es acudir al médico y recibir un diagnóstico adecuado. En el Perú, el 22,7% de usuarios de farmacias y boticas acuden a comprar un medicamento sin receta médica, según el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI).
¿Cuáles son los principales factores de riesgo para desarrollar artritis reumatoide?
Existen factores modificables y no modificables. Los primeros son los hábitos de vida sobre los que las personas pueden decidir, mientras que los otros están determinados por la genética del paciente y por lo tanto no se puede intervenir en ellos.
“Podemos identificar prácticas voluntarias que aumentan la posibilidad de desarrollar artritis reumatoide como fumar tabaco y consumir carbohidratos, grasas, preservantes y carnes rojas en exceso. Pero también encontramos características genéticas sobre las que no se puede actuar como el sexo y los antecedentes familiares de enfermedades crónicas”, puntualiza Gamboa.
“En este mes de la artritis, el paciente debe tener claro que todos tenemos una información genética que nos puede llevar a desarrollar una enfermedad y que no podemos modificar, pero lo que está en nuestras manos es cambiar la historia mediante un estilo de vida saludable y un hábito de chequeo médico preventivo», finaliza Gamboa.