Controlarlos es clave para evitar perjudicar estos ecosistemas, según muestra un nuevo estudio.
Los humedales costeros abarcan cerca del 14% del territorio nacional, con más de seis millones quinientas mil hectáreas entre costa, sierra y selva; a pesar de ser un importante refugio para la vida en esta zona desértica, estos ecosistemas fundamentales para la biodiversidad del país se enfrentan a una serie de amenazas.
Un nuevo estudio ha identificado cuatro factores que afectan con mayor frecuencia a estos ecosistemas reguladores del clima y el ciclo hidrológico, que además son fuente de recursos para consumo directo y concentran una alta diversidad biológica,
“Logramos identificar que la agricultura, la ganadería, la introducción de especies y la acumulación de escombros y basura fueron los impulsores de cambio (factores con repercusión) más frecuentes”, revela Héctor Aponte, coautor del estudio, biólogo especialista en humedales y docente investigador de la Universidad Científica del Sur.
Esta identificación de los impulsores de cambio (IC) se hizo en 24 humedales de la costa peruana a partir de una revisión de artículos científicos publicados entre el año 2000 y 2020.
A partir de estos hallazgos, los científicos elaboraron un modelo conceptual de las interacciones y los efectos que se producen sobre estos ecosistemas. “Teniendo identificados los impulsores de cambio se podrán tomar medidas a gran escala para evitarlos y así proteger a los humedales peruanos”, precisa Aponte.
El estudio fue publicado en el Boletín de Investigaciones Marinas y Costeras Instituto de Investigaciones Marinas y Costeras “José Benito Vives de Andréis” de Colombia.
Modelo conceptual de los impulsores de cambio
Los impulsores de cambio (IC) son factores repercuten sobre el funcionamiento de los ecosistemas. “Los impulsores de cambio pueden ser directos o indirectos. Los directos afectan al ecosistema de forma directa como actividades de agricultura o ganadería. Los indirectos influyen sobre los directos y están relacionados a medidas externas como políticas públicas o el crecimiento de la población”, explica Aponte.
A partir de la identificación de los IC, los investigadores elaboraron un modelo específico para los humedales de la costa peruana, el cual parte de cada uno de estos factores y los explica:
La acumulación de escombros y basura, que está relacionada a la gestión de residuos sólidos es el impulsor de cambio más importante. “Este debería ser el impulsor de cambio más sencillo de controlar ya que está relacionado con la gestión que realizan las municipalidades de la basura. La solución sería mejorar la forma en la que se gestionan los residuos y otras actividades como la quema de basura y los incendios”, detalla.
El estudio también señala que actividades económicas como la agricultura y ganadería reducen la calidad del suelo y del agua “La agricultura y la ganadería, cuando estas ocurren en las inmediaciones o zonas colindantes de los humedales, disminuyen la cobertura terrestre de los humedales costeros para dar espacio a tierras de cultivo y crianza de ganado. Con eso en cuenta, estas actividades deben ser delimitadas”, detalla el investigador.
Sobre la introducción de especies, Aponte señala que esta es una práctica bastante común en los humedales y que es una consecuencia de los otros impulsores de cambio como las activades de ganadería, agricultura y la presencia de agua. Esto termina perjudicando al desarrollo natural de la biodiversidad.
“Existen también personas que traen especies exóticas que no pertenecen a los humedales y las siembran o las dejan viviendo ahí. Los humedales son vistos por algunos como el espacio para descartar aquello que no les gusta”, advierte.
Si bien no es un factor directo, la mala gobernanza fue identificado como un impulsor de cambio perjudicial. Al respecto, el investigador señala que esta afectaría todos los esfuerzos que se puedan considerar a favor de las políticas para conservar los humedales. “Si existe desinterés, desconocimiento y mala gestión de las autoridades, se genera una combinación perjudicial para la protección y conservación de los humedales”, puntualiza.
Importancia del estudio
El estudio científico ha revelado que al controlar los cuatro impulsores de cambio se reducen grandemente los impactos sobre los humedales. “Es importante que se puedan considerar hojas de ruta para poder controlar los impactos secundarios que se pueden presentar sobre los ecosistemas. El Ministerio de Ambiente junto a otras instituciones tiene ahora información clave para proteger estos los humedales”, destaca el investigador.
El trabajo a nivel local también es importante ya que permitirá que los ciudadanos puedan tomar acción para ayudar a la conservación de los humedales. “Con nuestro estudio hemos podido realizar este modelo que ayudará a la protección de humedales, pero a nivel local es necesario trabajar en comités de vigilancia en pro de estos ecosistemas. Se deben potenciar estar iniciativas a través de actividades de promoción de la conciencia ambiental”, finaliza.