Los gases de efecto invernadero (GEI) son los principales responsables del calentamiento global y el cambio climático, que amenazan la vida y el bienestar de millones de personas y ecosistemas en el planeta. La generación de energía eléctrica a partir de combustibles fósiles, como el carbón, el petróleo y el gas, es una de las mayores fuentes de emisión de GEI, ya que representa aproximadamente el 35% del total de emisiones globales según el informe del IPCC.
La ciencia indica que, para evitar los impactos más negativos del cambio climático, es necesario reducir las emisiones a casi la mitad para el 2030 y alcanzar el cero neto para el 2050. Para lograr este objetivo, se necesita dejar de depender de los combustibles fósiles e invertir en fuentes de energía alternativas que sean limpias, accesibles, asequibles, sostenibles y fiables.
Las fuentes de energía renovables, como el sol, el viento, el agua, los residuos o el calor de la tierra, son inagotables y no emiten GEI ni otros contaminantes en los procesos de generación de energía eléctrica. También pueden mejorar la seguridad energética, la eficiencia energética, el acceso universal a la energía, la calidad del aire y la salud pública. Además, las energías renovables ofrecen una solución ante la dependencia de importaciones, la vulnerabilidad a crisis e impactos geopolíticos, la diversificación de las economías, el crecimiento económico inclusivo, la creación de nuevos empleos y la reducción de la pobreza. Por esta razón, la Universidad Científica del Sur reafirma su compromiso con el medio ambiente consumiendo energía de fuentes renovables en sus campus de Lima en su búsqueda del NetZero.
