Cuando hablamos de anticoncepción, la balanza sigue inclinada. Mientras que las mujeres tienen acceso a una variedad de métodos —desde pastillas y DIU hasta inyecciones e implantes—, los hombres siguen limitados prácticamente al condón y la vasectomía. ¿Por qué esta brecha persiste? ¿Qué factores impiden el desarrollo de más opciones anticonceptivas masculinas?
En el marco del Día del Condón, conversamos con Elisa Juárez Chávez, médica especialista en temas de género, para entender las razones detrás de esta desigualdad y qué cambios son necesarios para una anticoncepción más equitativa.
1. ¿Por qué los métodos anticonceptivos para hombres siguen siendo tan limitados en comparación con los de las mujeres?
Hay un tema de complejidad biológica que no puede ser negado. Los anticonceptivos femeninos por lo general, buscan interrumpir la ovulación. El cual es un momento muy claro en el que se sabe exactamente cómo se puede interrumpir. Sin embargo, el desarrollo de los espermatozoides es tan rápido, son tantos, que parar esa producción puede ser más complicada.
2. ¿Cómo influye esta desigualdad en la autonomía de las mujeres y en las dinámicas de pareja?
Definitivamente, el colocar la responsabilidad de la prevención del embarazo sobre una sola de las personas genera una desigualdad en la pareja. Y, en la medida que esa esa balanza no se equilibre, probablemente las mujeres sigamos cargando con mucha más responsabilidad sobre el uso y sobre las consecuencias de tanto del uso que también hay efectos adversos, pero sobre todo sobre las consecuencias de la falla o del no uso.
3. ¿Qué cambios se necesitan en políticas públicas o en la industria farmacéutica para equilibrar la oferta de anticonceptivos?
Yo creo que los cambios deben ser conceptuales y son cambios que tienen que venir desde la educación sexual integral para todos los chicos. Mientras los chicos no sepan sobre educación sexual integral y no sepan que esto es parte de la responsabilidad que tienen que asumir, vamos a seguir con los mismos problemas de ahora.