La psicóloga Verónica Ponce nos explica con más detalle algunos términos clave para poder comprender mejor la diversidad de la comunidad LGBTIQ+:
Identidad de género
La identidad de género es la vivencia interna y personal que una persona tiene sobre su propio género, que puede o no coincidir con el sexo asignado al nacer.
Una persona cisgénero se identifica con el género que le asignaron al nacer, mientras que una persona transgénero siente que su identidad de género no coincide con ese género asignado.
Orientación sexual
La orientación sexual es la atracción afectiva, emocional y/o sexual que una persona siente hacia otras personas. Esta puede manifestarse hacia personas de un género distinto, del mismo género, de más de un género, o hacia ninguna persona en particular, entre otras posibilidades.
La orientación sexual es independiente de la identidad de género o de la expresión de género de la persona.
Expresión de género
La expresión de género es la manera en que una persona manifiesta o comunica su género a través de aspectos externos como la vestimenta, el comportamiento, los gestos, la voz o la apariencia.
Esta expresión no necesariamente está vinculada a los roles de género tradicionales ni debe coincidir con la identidad de género de la persona, por lo que puede ser diversa y única en cada individuo.
“La sociedad aún cree que todo se desprende del sexo biológico, pero esto es incorrecto. Las expectativas tradicionales sobre la continuidad de los roles de género dificultan que el individuo pueda explorar con respeto y aceptación su identidad”, afirmó Verónica Ponce, docente investigadora de psicología social comunitaria de la Universidad Científica del Sur.