¿Cómo los científicos peruanos cultivan algas en el mar?

Los biólogos marinos y algueros trabajan en conjunto para sembrar algas en el mar peruano. Aunque parezca algo imposible, esta es una actividad que realizan en la Bahía de Paracas, en Ica.

La siembra y cosecha de algas es una actividad económica realizada de manera tradicional por los algueros desde hace décadas.

Pero la extracción intensiva ha afectado la cantidad que pueden recoger antes cada uno de ellos podía retirar 700 kilos, ahora llegan solo a 50.

Sin embargo, con una nueva técnica desarrollada por investigadores de la universidad científica del sur, se está comenzando a recuperar praderas de algas.

Esta técnica conlleva la siembra de algas mediante el uso de aparejos y, tras aproximadamente 45 días de crecimiento, los científicos y algueros vuelven para cosecharlas.

El proceso se puede repetir hasta en 5 oportunidades, lo que permite reforestar zonas marinas y que se restablezca el balance ecosistémico.

Además, esta tecnología que ya está en uso, asegura el aprovechamiento sostenible del recurso, del que dependen cientos de familias peruanas.

Y por otra parte, debido a que las praderas de algas crecen gracias a la absorción de dióxido de carbono, se ayuda a mitigar el cambio climático.

Tras cosechar las algas, el recurso obtenido es usado diversas maneras. Una de ellas es como insumo para producir biofertilizantes, en lugar de los fertilizantes químicos, que se importan cada año en grandes cantidades. Esta situación nos hace vulnerables frente a problemas de abastecimiento, lo que pone en riesgo las cosechas y, en consecuencia, los alimentos para millones de persona.

Existen diversos estudios que prueban que las macroalgas marinas pueden ser empleadas como fertilizantes y bioestimulantes en el crecimiento de diversos vegetales de consumo humano. Además, tienen la propiedad de mejorar los suelos agrícolas y vigorizar a las plantas, lo que incrementa el rendimiento y la calidad de las cosechas. Esta práctica es menos nociva con respecto al uso de productos químicos. Así, se logra una agricultura más sustentable.

Las algas poseen alto contenido de nitrógeno, aminoácidos esenciales, carbohidratos, lípidos, vitaminas, además de diversos minerales como el calcio, fósforo, potasio y magnesio y fitohormonas. Las plantas las asimilan muy fácilmente y las usan para crecer.

Los investigadores experimentan con diversas concentraciones y combinaciones de algas, que son colocadas en biodigestores. Con este proceso, se obtiene un fertilizante líquido que se agrega a las plantaciones de maíz.

Y es de esta manera que los científicos de la Universidad Científica del Sur y los algueros de trabajan juntos por la recuperación de las algas marinas en el Perú y por preservar su forma de vida.

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