Estudio destaca la importancia ecológica y económica de los bosques de Lessonia en Perú, alertando sobre su vulnerabilidad ante el cambio climático y actividades humanas
Un equipo de investigadores de la Universidad Científica del Sur ha publicado en el Journal of Applied Phycology (SpringerNature) un estudio pionero sobre los bosques submarinos de Lessonia trabeculata en la Reserva Nacional San Fernando (RNSF). La investigación destaca el papel fundamental de estos ecosistemas en la captura de carbono, así como su función ecológica al estructurar hábitats marinos complejos que sostienen la biodiversidad. Sin embargo, también alerta sobre su vulnerabilidad ante los impactos del cambio climático, los eventos de El Niño Costero y la presión de actividades humanas.
Ubicados cerca del límite norte de la distribución de la especie, estos bosques enfrentan una significativa amenaza de pérdida de hábitat debido al calentamiento de las aguas y las alteraciones oceánicas proyectadas para las próximas décadas. «Encontramos que la biomasa de este bosque presentó valores relativamente bajos, en comparación con otros sitios, lo que refleja la fragilidad de la población local y resalta la necesidad urgente de estrategias de conservación,» comentó el biólogo marino Bruno Cevallos, autor principal del estudio.
Para su desarrollo, el equipo de investigadores contó con el soporte y el conocimiento tradicional de buzos artesanales locales, quienes aportaron con su invaluable guía en campo. “La experiencia fue necesaria para poder planear una investigación así de compleja. Las zonas por las que recorrimos presentaron fuertes corrientes, intenso oleaje y eran accidentadas. Contar con la participación de buzos experimentados y el apoyo de la comunidad costera local fue fundamental”, comenta Cevallos, quien también forma parte del Coastal Ecosystems of Peru Research Group (COEPeru) de la Universidad Científica del Sur.
Durante el invierno austral de 2021, los investigadores estimaron que los bosques de Lessonia trabeculata capturaron aproximadamente 1300 toneladas de carbono (t C) dentro de los límites de esta área natural protegida, liberando anualmente una cantidad equivalente al medio marino, según las tasas de crecimiento y erosión registradas para esta especie en Chile. Además de su capacidad de captura, estos bosques cumplen un rol esencial como proveedores de materia orgánica para ecosistemas profundos, facilitando la transferencia de carbono hacia los sedimentos marinos.
Se calcula que, gracias al bosque marino de la RNSF, cerca de 130 t C pueden ser secuestradas cada año en sumideros profundos, contribuyendo de manera significativa al almacenamiento de carbono a largo plazo. Sin embargo, los autores resaltan que “la liberación y secuestro de carbono por esta especie podría ser mucho mayor, dado que este estudio no consideró la mortalidad natural por desprendimiento de individuos ni la exudación de compuestos orgánicos”.
Por otro lado, las actividades humanas también amenazan la estabilidad de estos ecosistemas. El barreteo –una técnica manual de extracción de algas– y la presión asociada a actividades industriales en zonas aledañas alteran la estructura y funcionalidad de estos hábitats biogenicos. A su vez, la industria neo-extractiva de alginatos, que utiliza biopolímeros derivados de estas algas en diversas aplicaciones comerciales, ha intensificado la explotación de los bosques de Lessonia trabeculata.
El estudio encontró evidencia de maduración temprana y alta frecuencia de quimerismo en las zonas del sur de la reserva, donde la actividad antropogénica es más intensa. Este último fenómeno, en el que varios individuos de Lessonia se fusionan en una estructura única, incrementa la resistencia de los organismos y facilita su recuperación ante perturbaciones. Sin embargo, la prevalencia de estas adaptaciones en áreas con alta actividad humana sugiere que los ecosistemas están respondiendo al estrés ambiental, lo que subraya la importancia de reforzar su protección.
«Estos bosques no solo cumplen un rol ecológico vital, sino que también representan una fuente de ingresos para las comunidades de pesca artesanal locales. Por todo lo anterior, su preservación requiere de políticas de conservación más robustas que equilibren la explotación con la protección a largo plazo», concluye el autor principal.
Desde una perspectiva económica, el estudio estima que el valor ambiental y social equivalente a las emisiones evitadas por el carbono almacenado en estos bosques asciende a 855,800 USD, mientras que el carbono potencialmente removido a largo plazo tiene un valor adicional de 85,700 USD. “Si bien este estudio no pretende asignar un valor monetario al carbono azul asociado a bosques marinos en Perú, estas primeras estimaciones son un punto de partida para el desarrollo de esquemas de comercio de bonos que en el futuro podrían financiar iniciativas de protección y hasta restauración ecológica en esta ANP”, aclara el autor del estudio.
Esta investigación fue ganadora de la Beca del Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (SERNANP) para investigaciones prioritarias en Áreas Naturales Protegidas y de la Beca Cabieses, otorgada por la Universidad Científica del Sur, mediante la cual se cofinanció la investigación. El permiso de muestreo fue otorgado por el Ministerio de la Producción (PRODUCE) a Bernabé Moreno, docente de la Universidad Científica del Sur, asesor de esta investigación y líder de operaciones de buceo científico. Los investigadores Óscar Aller-Rojas y Héctor Aponte, pioneros en el estudio de ecosistemas de carbono azul en Perú, participaron en esta iniciativa como coautores del trabajo. Asimismo, los egresados Rodrigo Gómez-Sánchez y Rubén Torrejón brindaron un apoyo esencial durante el levantamiento de datos a bordo.
Con esta investigación, la Universidad Científica del Sur reafirma su compromiso con la generación de conocimiento aplicado y la sostenibilidad. Los resultados ofrecen información crucial para la toma de decisiones en la gestión de los ecosistemas marinos en el Perú, sentando las bases para políticas de conservación integrales que garanticen la persistencia de estos hábitats biogenicos frente a los desafíos ambientales y económicos actuales.