Universidad Científica del Sur participó en el censo anual de pingüinos.
La Universidad Científica del Sur participó en el conteo para el censo anual de pingüinos liderado por la Dra. Patricia McGill de la Association of Zoos & Aquariums y realizado en colaboración con la Asociación Peruana para la Conservación de la Naturaleza (Apeco).
La representación estuvo a cargo de la Dra. Liliana Ayala y la estudiante de Biología Marina Gabriela Sandoval. El conteo se realizó en las islas Chao (Ancash), Macabi, Guañape Norte y Guañape Sur (La Libertad). El Grupo de Aves Marinas de la Unidad de Investigación en Ecosistemas Marinos liderado por el Dr Carlos Zavalaga también estuvo presente en el censo en la planta de Perú LNG en Melchorita.
“Apeco cuenta con una serie de programas dedicados a la conservación de biodiversidad y tienen experiencia en el trabajo de áreas protegidas. Dentro de estos, se encuentra el programa de Ecosistemas marino-costeros. Nosotros venimos colaborando con Patricia McGill, investigadora líder de esta esta iniciativa, desde el 2006 y hacemos los conteos anuales”, detalla la Dra. Liliana Ayala, miembro de Apeco y docente de la Universidad Científica del Sur.
En la actividad científica también participaron la Asociación de Áreas Costeras y Recursos Marinos (ACOREMA), la Universidad Cayetano Heredia, entre otras entidades.
¿Cómo se realiza el censo de pingüinos?
“Tras llegar a la isla, acudíamos al guardaisla, le informábamos sobre el conteo de pingüinos, y le entregábamos el permiso otorgado por SERNANP (Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas). Después, hacíamos el recorrido de la isla en el bote observando con ayuda de binoculares. Si identificábamos un grupo de pingüinos, empezábamos a registrar la cantidad que había. Después de ello, comparábamos las cantidades obtenidas por cada observador. Con eso, se tenía un promedio para hacer el conteo final de la población de pingüinos en dicha isla”, explica Gabriela Sandoval, estudiante de Biología Marina de la Universidad Científica del Sur.
¿Por qué el censo se realiza en esta temporada?
La investigadora señala que esta época es ideal para realizar el conteo por el momento en el que se encuentran los pingüinos. “Se realiza en esta temporada porque los pingüinos están en proceso de muda, cambiando sus plumas. Debido a esto permanecen en tierra y es más fácil contarlos. El conteo toma entre 15 a 20 días como máximo”, explica Ayala.
“Antes de esta etapa de muda, los pingüinos pasan por una etapa previa en la que se alimentan mucho, aumentan considerablemente de peso y eso les permite solo estar en tierra por aproximadamente tres semanas, sin alimentarse”, añade.
¿Por qué el censo es importante?
“Nosotros tenemos un conteo (de pingüinos) desde el año 2000. Esto nos permite ver tendencias poblacionales, qué tanto está variando la población y también poder hacer relaciones con posibles causas de esos cambios en las poblaciones, tanto si aumentan o disminuyen. El tener una visión de largo plazo es importante para la especie”, señala Ayala.
“Podemos relacionar las variaciones de población a posibles causas como eventos naturales u otras enfermedades. Eventos como El Niño o la Gripe Aviar afectan a muchas aves marinas, dentro de ellas a los pingüinos de Humboldt. Tener una idea de cómo van esas poblaciones es una manera de poder seguir contribuyendo a su conservación”, precisa Sandoval.
“Contar en este periodo también es importante para ver los efectos de dichos eventos. Sumado a ello, nos permite identificar nuevas amenazas sobre los pingüinos, como la contaminación por plásticos”, añade Ayala.
Recomendaciones sobre los pingüinos y otras especies silvestres
Si bien las aves silvestres suelen ser especies de interés para la población en general, no es recomendable tener un contacto directo con ellas. “Las aves que habitan las playas pueden estar enfermas o ser portadoras de agentes infecciosos sin mostrar síntomas. Es importante que las personas mantengan su distancia y eviten tocarlas. Las aves silvestres no son mascotas, además de que pueden hacerte daño físicamente, pueden usar el pico y lastimarte, pueden transmitir enfermedades”, advierte la especialista.
“Hemos pasado por un brote de gripe aviar. Si bien no tenemos reportes de gripe aviar en humanos en Perú, los hay en Chile y en Ecuador. A las personas les gusta acercarse mucho a las aves, tocarlas. Esto tiene el nombre de acoso a la fauna silvestre. Sería importante tener campañas más fuertes para evitar estas interacciones que en otros países tienen penalidades y que el público en general entienda que los animales silvestres son eso: silvestres”, finaliza.
