Una nueva investigación analizó las desigualdades socioeconómicas en la realización de pruebas de VIH durante el control prenatal en el país.
Las pruebas de virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) durante el embarazo son parte de la estrategia de cuidado de las gestantes en el Perú y el mundo. Sin embargo, no todas tienen acceso a ellas. Un estudio reciente ha revelado que el 8% de las gestantes no accede a este servicio esencial.
Este problema de acceso pone en riesgo a los recién nacidos, ya que, si la madre vive con VIH sin saberlo, puede transmitir el virus a su hijo. Es importante precisar que, con el tratamiento y seguimiento adecuados, no se transmite el virus a los recién nacidos durante la gestación, incluso si la madre tiene un diagnóstico positivo.
Según el Centro Nacional de Epidemiología, Prevención y Control de Enfermedades, solo en 2024, se ha identificado a 45 niños (0 – 11años) con VIH en el país. Tan solo en 2023, alrededor de 3 900 niños menores de 14 años en Latinoamérica fueron diagnosticados con VIH; el 90% de estos casos fue producto de una transmisión de madre a hijo, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Esta transmisión puede ocurrir durante el embarazo, el parto o la lactancia, sobre todo, cuando la madre tiene una alta carga viral y no recibe tratamiento.
“A pesar de que las pruebas de tamizaje para el VIH son gratuitas en Perú, las mujeres con mayores ingresos económicos tienen un mejor acceso a estas pruebas. Esto se debe a que un nivel socioeconómico más alto está correlacionado con un mayor acceso a los servicios de salud. Cuanto más dinero se tiene, mayor es la posibilidad de acceder a estrategias de prevención como estas. Además. este grupo de mujeres también tienen mayor acceso a la educación. Entonces, la educación también tiende a influir en las decisiones sobre la salud que toman durante el embarazo”, afirma el autor del estudio, Rodrigo Vargas, médico cirujano e investigador asociado de la Universidad Científica del Sur.
La OMS recomienda que el acceso a pruebas de VIH durante el embarazo supere el 95%, con lo cual, al igual que otros países de la región, el Perú no cumple esta meta. Una situación que se ha ido agravando desde la pandemia, tras la paralización de los servicios esenciales de salud como el tratamiento antirretroviral y el examen de prevención de VIH, según la Organización Panamericana de la Salud.
¿Cómo se realizó la investigación?
Esta investigación publicada en el Journal of Community Health utilizó datos de la Encuesta Demográfica y de Salud Familiar (ENDES) de 2021, realizada por el INEI, con una muestra probabilística y estratificada de 36 760 hogares en áreas urbanas y rurales. Analizó información de 17 521 mujeres de 15 a 49 años que asistieron a controles prenatales durante su último embarazo.
Las variables independientes incluyeron edad, nivel educativo, autoidentificación étnica, seguro de salud, número de controles prenatales, empleo actual, exposición a medios, área de residencia, región y quintil de riqueza. Estas variables se eligieron por su relación documentada en la literatura con la variable dependiente y su disponibilidad en las bases de ENDES.
Implicación de los resultados
El estudio analizó las desigualdades socioeconómicas en la realización de pruebas de VIH durante el control prenatal en Perú. En general, el 91.4% de las mujeres se realizaron esta prueba. La mayor proporción se encontró entre mujeres de 20 a 34 años, con educación secundaria, autoidentificadas como no nativas, con seguro de salud, con ocho o más controles prenatales, y expuestas a medios de comunicación (periódicos y televisión). Estas mujeres residían en áreas urbanas, en la costa, y pertenecían a los quintiles de riqueza pobre y medio. Las curvas de concentración revelaron que las pruebas de VIH estaban concentradas en mujeres con mayor riqueza.
La concentración de pruebas entre las mujeres con mayores ingresos es similar a hallazgos en países de África Oriental, Vietnam e India y podría atribuirse a un mayor uso de servicios prenatales en este grupo, a pesar de que el Ministerio de Salud peruano garantiza pruebas gratuitas.
“Nuestros resultados se condicen con lo reportado en países del sur de África y con países de bajos a medianos ingresos. A nivel de Latinoamérica tenemos uno de los porcentajes más altos del tamizaje de VIH durante el embarazo; Sin embargo, lo fundamental no es solo mejorar el acceso a las pruebas de tamizaje, sino superar las barreras que dificultan el avance en la cascada de la prevención y tratamiento del VIH. En este contexto, el enfoque debe garantizar que las gestantes reciban no solo el diagnóstico, sino también el tratamiento y la atención necesarios para evitar la transmisión vertical”, recalca el investigador.
Diversidad geográfica e interculturalidad.
El investigador también destaca la necesidad de un enfoque intercultural en la promoción de pruebas de VIH durante el embarazo, señalando que existen grupos étnicos con percepciones contradictorias sobre estas pruebas.
“Estudios previos, señalan que algunas mujeres de ciertos grupos étnicos, sobre todo que residen en la Amazonía peruana, piensan que realizar estas pruebas podría ser perjudicial, y otras creen que los niños ya nacerán enfermos, lo cual dificulta la aceptación de las pruebas a pesar de los esfuerzos del Ministerio de Salud para integrar un enfoque intercultural en sus estrategias” explica el autor.
Datos:
- En el mundo, se calcula que 38 millones de personas vive con VIH.
- En el Perú, en lo que va del 2024, más de 6 600 personas recibieron el diagnóstico positivo de VIH y más de 1 000 en estadio sida.