En el Perú, aunque la población afrodescendiente representa el 3.6% de la población total, la información disponible sobre las condiciones de vida de este grupo en particular es limitada, lo que dificulta el diseño de políticas públicas para atender sus necesidades. Por ello, dos investigadores peruanos realizaron un estudio que evidencia desigualdades en salud, educación y acceso a servicios básicos en la población afroperuana en comparación con los no afrodescendientes.
Los hallazgos revelan que, pese a los avances en diversos indicadores de desarrollo en el Perú, la población afrodescendiente enfrenta brechas significativas en el acceso a servicios de salud materno-infantil y en el bienestar adolescente. La investigación, publicada en Journal of Racial and Ethnic Health Disparities, analizó 22 indicadores relacionados con la salud, la nutrición y el bienestar de la población afroperuana.
La investigación pone de manifiesto que la vida de los afroperuanos está marcada por inequidades. Uno de los principales hallazgos es que el 14% de los niños de esta comunidad presenta retraso en el crecimiento, y las mujeres afroperuanas tienen menor acceso a cesáreas, partos institucionalizados (atendidos por profesionales) e inicio temprano de la atención prenatal. Asimismo, la maternidad adolescente es 5 puntos porcentuales más frecuente en mujeres afroperuanas en comparación con sus pares no afroperuanas.
«El embarazo adolescente está estrechamente relacionado con la falta de acceso a servicios de salud reproductiva, lo que refleja una deficiencia estructural en la atención sanitaria. Las adolescentes que no reciben una orientación adecuada en salud sexual y reproductiva tienen un mayor riesgo de vivir en entornos vulnerables, lo que agrava su situación”, afirma Rodrigo Vargas, uno de los autores del estudio, especialista en epidemiología e investigador de la Universidad Científica del Sur.
Problemas para acceder a educación
Esta realidad se refleja también en otros indicadores: solo el 20.5% de los afroperuanos accede a educación superior, frente al 41.2% de sus contrapartes no afrodescendientes; y mientras el 96.9% de los hogares no afrodescendientes tiene acceso a agua potable, en la población afroperuana esta cifra baja al 93.5%, siendo la brecha aún mayor en el acceso a saneamiento (89.5% vs. 77.4%).
“La falta de acceso a la educación superior y la imposibilidad de alcanzar un mayor nivel educativo impiden a muchas personas conseguir empleos formales, lo que, a su vez, restringe su acceso a beneficios sociales, a la seguridad social, acceso a servicios financieros, entre otros”, comenta Akram Hernández, autor del estudio, médico cirujano e investigador de la Universidad San Ignacio de Loyola.
¿Cómo se realizó el estudio?
La investigación se llevó a cabo utilizando los datos de la Encuesta Demográfica y de Salud Familiar (ENDES) 2022 en Perú, que es representativa a nivel nacional y se realiza de manera anual.
Para el análisis de indicadores de salud, educación y acceso a servicios básicos, se incluyeron 16,875 adultos, de los cuales el 16.9% eran de ascendencia africana. Para los indicadores de salud materno-infantil y bienestar adolescente, se incluyeron 23,206 mujeres de 15 a 49 años, de las cuales el 17.3% eran de ascendencia africana.
Desarrollo de políticas de salud y bienestar acorde al grupo étnico
A pesar de las evidentes brechas en el acceso a salud, educación y servicios básicos, las políticas públicas en Perú aún no han integrado plenamente un enfoque intercultural que aborde las necesidades específicas de la población afroperuana.
«Es fundamental contar con encuestas específicas que reconozcan las particularidades de la población afroperuana, ya que sus condiciones de vida, factores de salud y necesidades pueden diferir considerablemente de las de otros grupos étnicos, como los quechuas, aimaras o pobladores de la Amazonía. Por ejemplo, aunque se ha discutido ampliamente la relación entre el sobrepeso y la diabetes, es crucial reconocer que las características corporales varían según el contexto geográfico y étnico. La complexión de la población afroperuana difiere de la de los habitantes de la zona andina, lo que implica distintos factores de riesgo y en la manera en que se deben abordar las estrategias de salud pública”, explica Hernández.
Si bien existen iniciativas dirigidas a reducir desigualdades, como el Plan Nacional de Desarrollo de la Población Afroperuana 2016-2020, los especialistas coinciden en que los avances han sido limitados y que se necesita una mayor inversión en programas específicos.
“La falta de datos desagregados por etnicidad ha sido una barrera histórica para la formulación de políticas públicas inclusivas. Este estudio proporciona evidencia clave para que el Estado implemente estrategias efectivas de salud pública y bienestar social más efectivas, dirigidas específicamente a la población afroperuana”, señala Vargas.