Se proyecta que más de 2200 peruanas fallecerán por cáncer de mama en 2027.
Un reciente estudio publicado en la revista BMC Cancer ha revelado una preocupante tendencia en la mortalidad por cáncer de mama en Perú, con una proyección de aumento continuo hasta el 2027. La investigación indica que la mortalidad por esta enfermedad ha aumentado un 3.97% anualmente entre 2013 y 2022 y que para 2027 alcanzará una tasa de 8.7 muertes por cada 100,000 mujeres, lo que equivale a cerca de 2200 fallecimientos para ese año.
“El cáncer de mama es una de las neoplasias más frecuentes y con una alta tasa de mortalidad en nuestro país. Por eso en 2012 se implementó el Plan Esperanza, el cual tiene como objetivo reducir la mortalidad principalmente de diferentes tipos de cáncer, incluido el cáncer de mama. En este estudio quisimos evaluar si realmente algo había cambiado tras la implementación de este plan”, comentó Smith Torres, uno de los autores del estudio e investigador de la Universidad Científica de Sur.
¿Cómo se realizó el estudio?
El trabajo analizó datos del Ministerio de Salud de Perú mediante el Sistema Nacional de Defunciones (SINADEF). Los hallazgos revelan significativas disparidades regionales en la evolución de la mortalidad. Mientras que en la región costera las tasas se mantuvieron relativamente estables, aunque con un repunte a partir de 2020, las regiones andinas y de la selva mostraron aumentos preocupantes, con una tasa de crecimiento anual del 8.37% y 11.55%, respectivamente.
Desigualdad en el impacto del cáncer de mama en el Perú
El análisis también identificó los departamentos con las tasas de mortalidad más altas. En 2013, estos eran Ica, Callao, Lambayeque y La Libertad. Sin embargo, para 2022 se sumaron Áncash y Tumbes, con el segundo liderando las cifras.
Además, entre los hallazgos más alarmantes, el estudio detectó que diez departamentos presentaron aumentos significativos en la mortalidad por cáncer de mama, destacando Huancavelica (30.59%), seguido de Ayacucho (19.19%) y Loreto (19.04%).
Estos descubrimientos se enmarcan en un contexto preocupante donde el 60% de los casos de cáncer de mama en el Perú se diagnostican en estadios avanzados, lo que limita las opciones terapéuticas y disminuye las tasas de supervivencia. En comparación con países desarrollados, donde la detección temprana es más frecuente, esta cifra representa un gran obstáculo en la lucha contra la enfermedad.
Causas estructurales y brechas en el acceso a la salud
Los investigadores han dado a conocer que estas disparidades regionales en la mortalidad por cáncer de mama estarían relacionadas a las deficiencias en la capacidad de atención de los centros de salud: listas de espera prolongadas, dificultades en la provisión de tratamientos efectivos, menor presencia de profesionales preparados, además de la geografía accidentada y la dispersión poblacional en las comunidades más alejadas.
A pesar de la implementación del Plan Esperanza en 2012, una política gubernamental para mejorar el acceso a servicios oncológicos, el estudio concluye que persisten brechas en la cobertura y efectividad de las intervenciones, especialmente en las regiones con menor acceso a infraestructura médica. La pandemia de COVID-19 exacerbó estas desigualdades, afectando la realización de diagnósticos tempranos y la continuidad de los tratamientos.
“Observamos que el acceso a tratamientos especializados sigue siendo desigual entre las distintas regiones del país. Mientras que en Lima existen más opciones de atención, en otras zonas del Perú las pacientes deben esperar meses para una consulta o un tratamiento, lo que reduce drásticamente sus posibilidades de supervivencia”, señala el investigador.
¿Qué se puede hacer?
Para el investigador es fundamental que el Estado peruano implemente estrategias de salud que prioricen la detección temprana y el acceso equitativo a tratamientos de calidad.
“Es urgente fortalecer los programas de prevención, garantizando que todas las mujeres tengan acceso a mamografías gratuitas y chequeos preventivos. Además, se debe mejorar la infraestructura hospitalaria en regiones alejadas para evitar que las pacientes tengan que trasladarse grandes distancias en busca de atención”, enfatiza Smith Torres, quién además es epidemiólogo y líder del Grupo Cancer Research Networking en nuestro país.
El estudio también recomienda un mayor financiamiento a la investigación en oncología y la incorporación de terapias innovadoras en el sistema de salud público, con el fin de reducir la mortalidad y mejorar las tasas de supervivencia en el país.