Investigaciones científicas Paper

Estudio advierte de la falta de medidas de conservación en un refugio clave para la diversidad en el desierto de Trujillo

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Investigación revela la presencia de 42 especies endémicas del Perú, dentro de las cuales se destacan especies como la flor de amancaes por su relevancia ornamental y cultural.

Las lomas del Perú son ecosistemas únicos del desierto costero sudamericano que dependen de la humedad estacional proveniente de la neblina oceánica para su desarrollo. En los meses de invierno, una alfombra de vegetación se extiende sobre dunas y montañas, convirtiendo el paisaje inhóspito del desierto en un paraíso natural, que retorna a un panorama desolado en los meses de verano con el aumento de la temperatura, razón por la cual ha captado el interés de diversos investigadores desde el siglo XVIII. Si bien han sido objeto de numerosos estudios en la zona centro y sur del país, su conocimiento en el norte aún es limitado.

En este contexto, un reciente artículo publicado en la Revista Mexicana de Biodiversidad ha puesto en evidencia la gran diversidad de flora del cerro Ochiputur, ubicado en el distrito de Salaverry (provincia de Trujillo), revelando la presencia de 42 especies endémicas del Perú, dentro de las cuales se destacan especies como la flor de amancaes por su relevancia ornamental y cultural. A pesar de que las lomas del cerro Ochiputur fueron incluidas en la lista sectorial de ecosistemas frágiles en el 2018, el área aún no cuenta con un saneamiento físico – legal, señalización o medidas de protección ante el avance de actividades perjudiciales para su conservación.

Un refugio para la diversidad biológica en el desierto norteño

Las lomas del cerro Ochiputur han resultado ser una de las áreas con mayor riqueza floral para ecosistemas de lomas del país, ubicándose en el séptimo lugar a nivel nacional en términos de diversidad de flora vascular con 134 especies, revela la investigación. En comparación con otras formaciones de lomas de Lima, supera a Ancón (36 especies),Villa María del Triunfo (112 especies) y Amancaes (51 especies), que actualmente conforman el Área de Conservación Regional Sistemas de Lomas de Lima

El hallazgo contrasta con el informe técnico del Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (SERFOR) de 2018, que solo había registrado 12 especies tras una única salida de campo en el 2016.

«A diferencia de la evaluación del SERFOR, mi trabajo abarcó varios años de observación de la cobertura vegetal, colecta de especímenes y revisión de material herborizado del área depositados en herbarios, ello no solo permitió aumentar el número de especies, sino que también sienta una línea base para la localidad, que puede ser utilizada para planes de restauración a futuro”, afirma Norton Cuba, autor del estudio y bachiller de Ingeniería y Gestión Ambiental de la Universidad Científica del Sur.El estudio también manifiesta que el ecosistema de lomas del cerro Ochiputur está conformado por tres unidades de paisaje: arenales, piedemonte y montaña, las cuales están vinculadas de manera indivisible y son influenciadas simultánea, mas no equitativamente por factores ambientales como la humedad atmosférica y la exposición solar

Esta propuesta de categorización del ecosistema de lomas en unidades de paisaje modifica el concepto actual que teníamos, ya que la noción cotidiana es que las lomas solo se desarrollan en los cerros, lo que se ve reflejado en la creación de ecosistemas frágiles, donde gran parte de ellos dejan de lado los arenales, siendo estas áreas un refugio importante para especies endémicas que tiene preferencia por suelos arenosos”, explica el investigador.

El artículo además señala que el 70 % de la flora de lomas de cerro Ochiputur se comparte con el matorral andino de La Libertad por lo que podría evidenciar un corredor biológico entre el desierto y los Andes.

Los corredores biológicos son fundamentales para la conservación de la biodiversidad, ya que permiten el intercambio genético y el movimiento de especies entre áreas fragmentadas, lo que facilita su adaptación y supervivencia frente a factores ambientales. Teniendo en cuenta que la estación húmeda en la costa se produce en el invierno austral, mientras que, en las zonas altoandinas sucede en verano, esta relación complementaria genera una interdependencia para las especies nativas y migratorias, por ello resulta clave continuar con el relevamiento de flora y fauna en estas áreas para comprender como podemos mantener este balance ecológico en beneficio de la población y de nuestro patrimonio natural¨, resalta el egresado de nuestra casa de estudios.

Explorando las lomas desde el cielo: Mapeo de ecosistemas desérticos con imágenes satelitales

En tiempos actuales, el uso de teledetección con análisis NDVI (Índice de Vegetación de Diferencia Normalizada) es una herramienta útil para llevar a cabo la tarea de delimitar ecosistemas desérticos. La variación temporal del NDVI facilita el reconocimiento de la extensión de la cobertura vegetal en el desierto con el paso de los años, lo que otorga una delimitación potencial para el ecosistema que puede ser complementado con observaciones en campo.  

En el estudio se analizaron seis imágenes satelitales obtenidas entre los años 2013 y 2022, recuperadas a través del Servicio Geológico de los Estados Unidos (USGS, por sus siglas en inglés) y se realizaron visitas de campo entre el 2014 y 2022, revelando que los arenales se encuentran fuera del área declarada como ecosistema frágil, que su extensión se ha reducido paulatinamente frente a la urbanización y la agricultura industrial, y que la  cobertura vegetal es altamente dependiente de la humedad por lo que su desarrollo no ocurre todos los años.

Los arenales albergan especies endémicas del Perú y de rango de distribución restringido como el cactus cola de zorro Haageocereus pacalaensis y la malva de desierto Palaua rhombifolia, sin contar con la presencia de fauna nativa, por lo que su inclusión dentro del área de protección es necesaria”, opina Cuba.

Amenazas y falta de estrategias de conservación

El estudio registra por primera vez diversas actividades humanas que están afectando el ecosistema como la agricultura industrial, la urbanización, el turismo no planificado, la introducción de especies exóticas y el uso recreativo de cuatrimotos, como las más resaltantes. “Debido a la falta de protección efectiva y educación ambiental sobre el área, la población aún no es consciente del impacto que genera sobre el ecosistema. La exportación agrícola es uno de los motores de desarrollo más importantes para la región, sin embargo, es necesario delimitar apropiadamente estos ecosistemas en favor de una mejor gestión del territorio y que la agricultura en el desierto pueda ser sostenible, además que puede ser beneficiada por los servicios ecosistémicos que ofrecen las lomas«, enfatiza el investigador.

En otras regiones del país, iniciativas locales han logrado rescatar ciertas lomas a través de proyectos de conservación y trabajo voluntario. Sin embargo, en el norte, este tipo de actividades aún son incipientes, lo que deja en un estado de vulnerabilidad a ecosistemas como el del cerro Ochiputur.

El Protocolo de actuación interinstitucional para gestionar y proteger los ecosistemas incluidos en la lista sectorial de ecosistemas frágiles de 2020 estableció una hoja de ruta  y fue un gran avance para la conservación de lomas, sin embargo, aún no se han podido ejecutar acciones concretas, debido a que no se ha realizado una actualización de la ficha técnica para la mayor parte de ecosistemas frágiles reconocidos en el 2018, por lo que en la práctica las lomas de cerro Ochiputur siguen en un estado de abandono. Es por ello necesario la asignación de presupuesto y recurso humano para que el Estado pueda llevar a cabo sus metas planteadas”, resalta Cuba.

Según el estudio, las lomas del cerro Ochiputur se encuentran brevemente mencionadas en la Estrategia Regional de Biodiversidad 2019 – 2022, pero no se precisa ninguna actividad en favor del ecosistema.

La región no ha promovido una agenda de conservación para este ecosistema frágil, en parte porque hasta ahora no ha contado con suficiente información sobre su valor biológico. El estudio que realicé provee información relevante para que las autoridades puedan complementar sus evaluaciones técnicas, no obstante, ello no exime que el Estado en sus tres niveles de gobierno necesita una mayor inversión en investigación, monitoreo y estrategias de conservación para evitar que estas áreas sigan siendo degradadas», concluye Cuba.

Actualmente, según el investigador, aún se desconoce la extensión total de las localidades donde se desarrollan las formaciones de lomas en la región La Libertad y la mayor parte de ellas no cuentan aún con una línea base de flora y fauna.

Investigadores:

Norton Cuba Melly

Contacto de prensa:

+51 962 744 069

ycollave@cientifica.edu.pe

kramirezp@cientifica.edu.pe