En el contexto del derecho a una muerte digna, la ortotanasia emerge como un concepto que debe considerarse como una alternativa al final de la vida. Este término, que no es muy conocido por la ciudadanía, consiste en seguir el proceso natural de la muerte, con los cuidados médicos necesarios por parte del personal de salud y respetar la voluntad del paciente. De esta forma, se garantiza que el proceso no sea doloroso para la persona.
Recientemente, un grupo de especialistas peruanos realizó una publicación en la Revista Peruana de Medicina Experimental y Salud Pública, en la cual resaltaron la importancia de considerar a la ortotanasia como un enfoque necesario en el sistema de salud peruano.
Actualmente, el Perú carece de una legislación clara sobre ortotanasia y cuidados paliativos, lo que genera incertidumbre y desconocimiento, tanto para los pacientes como para el personal médico y los familiares. «Es crucial que el sistema de salud incluya la ortotanasia dentro de su marco normativo y que los médicos reciban formación en este tema desde su etapa académica», señala el médico geriatra Fernando Runzer-Colmenares, coautor de la publicación e investigador titular de la Universidad Científica del Sur.
Ortotanasia: diferencias de la eutanasia y distanasia
Pero ¿qué diferencia a la ortotanasia de conceptos como la eutanasia y la distanasia? El médico Fernando Runzer-Colmenares lo explica:
«La eutanasia implica acelerar intencionalmente la muerte de un paciente con enfermedad terminal, mientras que la distanasia es la prolongación innecesaria de la vida mediante tratamientos invasivos. La ortotanasia, en cambio, se sitúa en un punto de equilibrio, brindando cuidados paliativos que permitan un fallecimiento digno y sin sufrimiento innecesario».
Los cuidados paliativos intervienen como un enfoque que busca mejorar la calidad de vida de pacientes con enfermedades avanzadas y de sus familias, proporcionando alivio al sufrimiento a través de una atención integral del dolor y otros aspectos físicos, emocionales, sociales y espirituales.
La importancia de la educación médica en cuidados paliativos
Runzer-Colmenares enfatiza que la formación de los médicos y otros profesionales de la salud en ortotanasia y cuidados paliativos debe incluirse desde el pregrado, dado que pueden tratar estos casos independientemente de la edad del paciente y de la especialidad en la que se desempeñarán. «Si bien algunas universidades han integrado cursos de cuidados paliativos en su currícula, aún hay un largo camino por recorrer para que todos los profesionales de la salud cuenten con esta formación desde sus primeros años de estudios», comentó.
En algunas universidades, por ejemplo, los estudiantes tienen la oportunidad de participar en simulaciones médicas donde enfrentan escenarios de enfermedad terminal y aprenden a comunicar malas noticias con empatía y claridad. «Este tipo de formación es crucial para preparar a los futuros médicos en el acompañamiento de pacientes y sus familias en momentos críticos», agregó el especialista.
Desafíos pendientes en políticas públicas
A pesar de que en 2021 se promulgó el Plan Nacional de Cuidados Paliativos para Enfermedades Oncológicas y No Oncológicas, su implementación ha sido lenta y con escasos avances. «Hay esfuerzos individuales en distintos sectores de la salud, pero aún falta un trabajo coordinado que garantice el acceso universal a estos cuidados», advirtió el médico geriatra.
Además, destacó la necesidad de establecer protocolos de atención claros y accesibles en hospitales y centros de salud, así como mejorar la disponibilidad de medicamentos esenciales para el manejo del dolor y otros síntomas. «Los cuidados paliativos no solo benefician a los pacientes en fase terminal, sino que también reducen el sufrimiento de sus familias y disminuyen la sobrecarga del sistema de salud», explicó.
El papel de la sociedad en el debate sobre la muerte digna
Uno de los mayores retos en la aplicación de la ortotanasia es la influencia de factores religiosos y morales en la toma de decisiones médicas. «Debemos centrarnos en lo que es mejor para el paciente, respetando su autonomía y necesidades, más allá de las creencias personales del médico», apuntó Runzer-Colmenares. Asimismo, recalcó la importancia de la comunicación efectiva entre médicos, pacientes y familiares en la toma de decisiones al final de la vida.
Finalmente, el especialista hizo un llamado a la sociedad para participar activamente en la discusión sobre la ortotanasia y los cuidados paliativos. «Es fundamental que la ciudadanía esté informada sobre sus derechos en el final de la vida y que exija a las autoridades políticas claras y efectivas en este ámbito», expresó.
La ortotanasia representa una alternativa humanitaria para garantizar un final de vida digno. Su incorporación en las políticas de salud y su difusión en la formación médica son pasos fundamentales para asegurar que los pacientes peruanos puedan acceder a estos cuidados sin barreras legales ni prejuicios.