A raíz del fin del estado de emergencia, muchas empresas que manejaban una modalidad híbrida o virtual de trabajo se encuentran evaluando la posibilidad de retornar a una presencialidad total, pero ¿es esta la mejor opción? ¿Qué lecciones deben aprender las empresas y trabajadores sobre la presencialidad y la productividad ahora que volvemos cada vez más a la normalidad? El doctor Félix Colina nos ayuda a identificar el esquema de trabajo ideal y las formas de incrementar el rendimiento de los trabajadores en modalidad home office.
La llegada de la pandemia de la COVID-19 tuvo como consecuencia el cambio en la rutina diaria de las personas, afectando también la forma de trabajo que pasó de ser sobre todo presencial a una modalidad a distancia. “Trabajar en casa conllevó a asumir un nuevo ritmo de vida para los colaboradores, en donde la casa pasó a ser la oficina de tu trabajo y en donde muchas veces no se tenía un horario. Se sabía la hora de entrada, pero no la hora de salida, e incluso había reuniones que en la presencialidad no se daban tan tarde como nueve o diez de la noche”, señala Félix Colina, especialista en Gestión Administrativa.
Un estudio realizado por un equipo de investigadores, entre ellos Colina, analizó un programa de teletrabajo de la Superintendencia Nacional de Aduanas y Administración Tributaria del negocio aduanero (SUNAT) que incluyó a un grupo de 74 colaboradores.
Este programa de trabajo, que se implementó poco antes de la pandemia por COVID-19, “permitió contar con una gestión organizacional favorable para superar el período por confinamiento sin las adversidades suscitadas en otros entornos laborables”, concluyen los autores del trabajo próximo a publicarse en una revista Interciencia indexada en Scopus.
Además, los investigadores determinaron que hubo una correlación positiva y significativa entre la flexibilidad laboral con la productividad de los trabajadores en dicho período.
La investigación detectó, asimismo, que el no contar con un espacio adecuado para trabajar en casa y la mala conectividad a internet se relacionó con el estrés y la dificultad para adaptarse a los cambios producto de la pandemia. Esto se pudo revertir con la ayuda de procesos de capacitación y con la implementación de metas con plazos específicos, con el objetivo de preservar la productividad.
“El teletrabajo se convierte hoy en día en una alternativa, pero las personas que van a asumir esta modalidad de trabajo deben ser capacitadas, la empresa debe también prepararse y ofrecer las condiciones idóneas para que la persona pueda ser productiva tanto a nivel personal como para la organización”, explica Colina, quien también es docente de la Facultad de Ciencias Empresariales en la Universidad Científica del Sur.
¿Teletrabajo o presencialidad?
Basado en sus hallazgos, Colina considera que para lograr el esquema de trabajo ideal “debe haber un equilibrio (entre el teletrabajo y la presencialidad). Nos debemos capacitar y formar para esta nueva modalidad. Las actividades presenciales se deben equilibrar con actividades laborales desde el teletrabajo”.
Este formato híbrido de trabajo debe considerar el cumplimiento de las metas establecidas, con la finalidad de respetar la productividad dentro de la organización. Para ello, es clave que los colaboradores y empresas tengan claras las metas y analizar cómo lograrlas.
Otro aspecto por tomar en cuenta en el proceso del cambio de paradigma laboral es la flexibilidad: “Debe haber flexibilidad, pero esto no implica permisividad absoluta. Se tienen que definir con claridad las tareas y las metas, pero también se debe tener claro que los colaboradores son personas y se les puede presentar alguna eventualidad, considerando además que están en sus casas”, detalla el experto.
¿Cómo mejorar la productividad desde casa?
Si bien -en muchos casos- el hogar representa un espacio de mayor comodidad para la ejecución de labores, ello no implica descuidar la organización que se tenía en la presencialidad. “Es importante planificar. Si bien con el teletrabajo ya no se necesita despertar con tanta anticipación para llegar al centro de labores, se debe estar disponible a la hora establecida por la responsabilidad que se tiene con las funciones. El colaborador tiene que ser responsable de sí mismo”, acota Félix Colina.
Por otro lado, el experto precisa que las empresas deben contar con la planificación y recursos necesarios para garantizar el retorno progresivo hacia la presencialidad sin eliminar por completo el teletrabajo.
“Las interacciones sociales son importantes porque como seres humanos siempre tenemos la necesidad de interactuar con los demás. Si bien es cierto al inicio de la pandemia nuestras interacciones sociales eran con nuestro núcleo familiar, necesitamos interactuar de manera presencial y socializar con los pares en espacios de trabajo”, señala el también psicólogo.
Si bien el proceso de adaptación puede ser complicado al inicio, el experto señala que a largo plazo será positivo, pues permitirá asumir experiencias de vida y estar más conscientes de nuestras responsabilidades.
¿Qué aspectos se deben tomar en cuenta para el trabajo híbrido?
Colina señala que el primer punto clave que deben considerar las empresas es la capacitación hacia los colaboradores. En segundo lugar, destaca la importancia de combinar elementos de la presencialidad y la virtualidad que hayan mostrado su eficacia durante este período.
“Tenemos que rescatar lo positivo del teletrabajo e integrarlo con lo positivo del trabajo presencial. En 10 o 15 años la tecnología se va a apropiar cada día más de nuestros escenarios, tanto en la parte personal, laboral como académica y deben confluir ambas partes. Ni el trabajo presencial es malo ni el teletrabajo es malo. Se debe rescatar lo positivo y preparar al talento humano que somos nosotros para cumplir ambas funciones”, finaliza.