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Una familia peruana gasta más de un sueldo mínimo para tratar a un recién nacido con una infección resistente, revela estudio

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Tratar una infección resistente cuesta más del sueldo mínimo en Perú. Foto: Instituto Materno Perinatal

Una investigación realizada en el Instituto de Investigación Materno-Perinatal de Lima analizó los costos económicos de atención de un neonato con una infección bacteriana en la sangre que pone en riesgo su vida.

En la cuna de un hospital, un recién nacido está grave. Tiene pocos días de vida y una infección en la sangre. La bacteria que lo ataca es resistente a múltiples antibióticos, y cada hora sin el tratamiento adecuado puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte. Esta escena, repetida silenciosamente en salas neonatales del país, tiene un alto costo: humano, económico y estructural.

Un reciente estudio liderado por Maria J. Pons, bióloga e investigadora titular de la Universidad Científica del Sur, publicado en la revista International Health, cuantifica por primera vez en Perú el costo directo de la resistencia antimicrobiana (RAM) en infecciones del torrente sanguíneo (ITS) en neonatos atendidos en el Instituto Nacional Materno Perinatal (INMP, conocido como la Maternidad de Lima), el principal hospital público del país para madres y recién nacidos.

El dato es revelador: tratar una infección por bacterias multirresistentes cuesta, en promedio, US$349, una cifra superior al salario mínimo mensual en Perú en el momento en que se realizó el estudio (2018). En contraste, tratar infecciones graves que son causadas por bacterias sensibles a los antibióticos cuesta US$276. Las infecciones asociadas a sepsis tardía —es decir, diagnosticadas después de las primeras 72 horas de vida— son las más costosas, y también las más frecuentes entre los casos graves.

“Estos costos pueden parecer ‘hospitalarios’, pero en realidad representan una carrera contra el tiempo”, advierte María Pons. “Si no se accede al tratamiento a tiempo, la consecuencia es que el bebé puede morir, quedar con secuelas, o simplemente no tener oportunidad”.

¿Cómo se realizó el estudio?
Entre enero de 2017 y junio de 2018, un equipo de investigación analizó los casos de 288 recién nacidos con diagnóstico confirmado de bacteriemia, que es la presencia de bacterias en la sangre, en el INMP. A través de una técnica llamada microcosteo bottom-up, se revisaron las facturas y consumos de insumos médicos, tratamientos y hospitalización de cada paciente. Esto permitió calcular con precisión el costo directo médico de atender a cada recién nacido con bacteriemia. Este estudio es el primero de su tipo realizado en el Perú.

El hallazgo más alarmante fue que el 78% de los casos analizados estaban causados por bacterias multirresistentes. Es decir, ocho de cada diez recién nacidos con infección del torrente sanguíneo enfrentaban una bacteria que no respondía a varios de los antibióticos disponibles.

“Esta es una situación muy preocupante, según los casos que vimos podríamos teorizar que la resistencia pudo haberse dado por la microbiota de la madre a través del canal de parto o bacterias colonizadas que ya se encontraban en el ambiente hospitalario”, afirma la investigadora.

En el estudio, los microorganismos más costosos fueron Acinetobacter spp. (US$462 por caso) y Pseudomonas spp. (US$392), ambos relacionados a infecciones del tracto respiratorio y sanguíneo, conocidos por su alta capacidad de resistencia a antibióticos. La mayoría de estos casos estuvieron asociados a la atención hospitalaria prolongada y a la necesidad de tratamientos complejos y costosos.

¿Y cuánto le cuesta al Estado?
El estudio no estimó el gasto total estatal, pero puede servir como un punto de partida para que otros estudios estimen el gasto institucional producido por estas infecciones, tomando en consideración que solo el INMP atiende más de 20,000 nacimientos anuales. Y en el país, todos los hospitales atienen partos, tanto las instituciones del Ministerio de Salud y de Essalud, así como entidades privadas.

“Cuando se hacen estimaciones globales sobre la carga de la resistencia a los antibióticos y las muertes que esta puede causar, se observa que regiones como Asia o Sudamérica tienen un peso especialmente alto. Esto se debe a que en nuestros países hay una mayor carga de infecciones, muchas veces relacionada con condiciones higiénico-sanitarias precarias. Como resultado, no solo enfrentamos más casos y más muertes, sino también costos económicos mucho más elevados. Y esos costos, ya sea que los absorba EsSalud, el MINSA o cualquier otro sistema, finalmente terminan recayendo sobre la población”, explica Pons.

En muchos casos, el Estado cubre los tratamientos, pero no todos los hospitales tienen el mismo nivel de recursos, y en provincias la situación puede ser aún más grave. Las familias deben asumir traslados, medicamentos no disponibles, e incluso exámenes en clínicas privadas. Esta situación es especialmente compleja para las familias que viven por debajo de la línea de la pobreza.

“En el estudio, si bien hemos intentado abordar todos los gastos directos vinculados al tratamiento médico, han quedado fuera aspectos importantes como las horas de cuidado dedicadas por las familias, los traslados, o los ingresos que se pierden cuando un padre o madre deja de trabajar para acompañar al recién nacido”, explica la investigadora Pons. “Eso también es parte del costo real de la resistencia antimicrobiana, aunque no siempre se cuantifica.”, finaliza.

Un problema a nivel mundial
La resistencia antimicrobiana es hoy una de las amenazas sanitarias más graves a nivel mundial, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Se estima que en 2019 causó directamente 1.27 millones de muertes en todo el mundo, y contribuyó a cerca de cinco millones más. De seguir esta tendencia, en 2050 la RAM podría cobrarse 10 millones de vidas al año, superando al cáncer. Esta crisis se agudiza en países de ingresos bajos y medios, donde el acceso desigual a antibióticos, el uso indiscriminado de medicamentos y las brechas en higiene hospitalaria crean el escenario perfecto para infecciones que ya no responden a los tratamientos disponibles.

Investigadores:

Maria Jesús Pons Casellas

Contacto de prensa:

+51 962 744 069

ycollave@cientifica.edu.pe

kramirezp@cientifica.edu.pe