Investigadores analizaron los datos de más de 15 mil mujeres que han tenido un embarazo en los últimos cinco años
Un estudio realizado en el país determinó que las mujeres peruanas que han sufrido violencia durante el embarazo son más propensas a pasar por un proceso de aborto. La investigación tomó en consideración los resultados de la Encuesta Nacional Demografía y Salud Familiar (ENDES) 2019.
“Estas cifras son alarmantes para las mujeres. Nuestro hallazgo principal es que las mujeres que experimentaron violencia física durante el embarazo tienen una mayor probabilidad de tener un aborto. En otros países de bajos y medianos ingresos como India, Uganda y Tanzania se encontraron hallazgos muy similares a los nuestros en relación con la violencia física durante el embarazo y el tema de aborto”, afirma Rodrigo Vargas Fernández, coautor de la investigación y médico cirujano de la Universidad Científica del Sur.
“La violencia contra la mujer es un problema social vigente en nuestro país que requiere de mayor atención por las instituciones gubernamentales. Esto, sumado al aborto, constituye un problema sanitario y social que no tiene un marco legal claro, y puede llevar a desenlaces adversos. Son dos problemáticas que no han sido abordadas en conjunto y que llamaron nuestra atención para su investigación”, añade Vargas Fernández.
Laura Periche Medrano, autora principal de la investigación y médico por la Universidad Científica del Sur, señala que estas problemáticas no reciben la atención necesaria: “La violencia física durante el embarazo es un problema de salud pública que tiene graves consecuencias, tanto para la madre como para el recién nacido. Según lo investigado, la prevalencia mundial de la violencia física durante el periodo del embarazo se estimaba cerca de un 9.2% y en nuestro país en un 8.6%. Estas cifras nos mostraron la importancia de investigar el tema en el Perú”.
Recientemente, el Centro Nacional de Epidemiología, Prevención y Control de Enfermedades (CDC Perú) del Ministerio de Salud (Minsa) informó que para noviembre de 2022 se reportaron más de 17 mil casos de violencia contra la mujer.
La investigación fue publicada en la revista internacional científica Healthcare indexada en Scopus y WoS.
¿Qué resultados revela el estudio?
Según lo encontrado por los investigadores, se observó que seis de cada 100 peruanas embarazadas sufrieron de abuso físico durante el embarazo por parte de sus parejas o exparejas. En base a la asociación entre este factor y las repercusiones en los embarazos, identificaron que las mujeres que sufren de violencia física tienen una mayor probabilidad de tener un aborto.
“Encontramos que el promedio de la edad de las mujeres que tienen esta tendencia es de 31 años, con una cierta desviación estándar de al menos siete años. Identificamos que seis de cada 100 mujeres en el Perú han sufrido de violencia física, durante el periodo del embarazo. Esto podría afectar a la madre indirectamente en cuanto al aborto. Recordemos que dos de cada diez mujeres han tenido un aborto en el Perú en el año 2019, año base del estudio”, destaca Periche.
El estudio también encontró que tres de cada 10 mujeres que han sufrido violencia física han experimentado un aborto. “Como se sabe, en el Perú o en países latinoamericanos, las mujeres tienen poco o ningún acceso a medios de aborto seguro. En ese sentido sería importante un marco normativo, políticas públicas, que puedan tener presentes los problemas de salud pública que representa el aborto”, añade.
¿Cómo se realizó el estudio?
Para la ejecución del trabajo se utilizaron los resultados de la Encuesta Nacional Demografía y Salud Familiar (ENDES) 2019, antes de la pandemia. “Esta es una encuesta muy utilizada en el Perú para temas de dinámica demográfica de salud materna y salud en niños menores de 5 años e incluso para identificar tendencias sobre enfermedades crónicas no transmisibles, enfermedades transmisibles y sus factores de riesgo. La encuesta empleada es representativa a nivel nacional, lo que permite extrapolar los resultados a toda la población”, resalta Vargas Fernández.
Otra fortaleza del uso de esta encuesta es el público analizado, que abarca mujeres en edad fértil de 15 a 49 años y a sus hijos, así como la salud materna, considerando la salud del parto y del posparto. “En total se analizaron las tendencias de aproximadamente 15.305 mujeres que han tenido un embarazo los últimos cinco años”, precisa Periche.
Recomendaciones para hacer frente a la problemática
Frente a los hallazgos obtenidos, los investigadores sugieren la definición de un marco legal que tenga presente políticas públicas que integren a todos los entes involucrados y que permitan mejorar los indicadores de salud pública en cuanto a mortalidad materna e infantil.
“En los años 2015 y 2016, el Perú implementó políticas sobre la violencia de género mediante charlas educativas, cambios culturales, acceso a servicios y sanciones legales a los perpetradores. Creemos importante que estas políticas puedan abarcar a mujeres gestantes, desde un marco integrativo multidisciplinario, donde el sistema de salud y los Centros de Emergencia Mujer, el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables tengan una participación constante e integrativa para disminuir e incluso erradicar el problema de la violencia física durante el embarazo”, recomienda el experto.
“Es importante también que las mujeres tengan bienestar físico, social, mental y económico para que se garantice su independencia y no tengan que vivir en un ambiente de violencia que trae consecuencias negativas para la salud”, afirma.
Laura Periche enfatiza en la importancia de que estas políticas sean verdaderamente efectivas: “La mujer o persona violentada debe contar con el apoyo correspondiente y se requiere también sanciones reales contra los perpetuadores de violencia”, enfatiza.
Un tema que debe seguir investigándose
Los especialistas recomiendan a los investigadores continuar investigando esta problemática. “Es importante seguir estudiando esta problemática social, no solo a nivel prepandémico, sino durante la pandemia o postpandemia. Con el confinamiento social, se generaron alzas en la violencia intrafamiliar y de pareja, lo cual probablemente ha repercutido en las gestantes. Nuestra investigación es pionera en el país al respecto y esperamos que sea un punto de partida para continuar priorizando estos temas en la investigación y generar acciones”, finaliza Vargas Fernández.
En la investigación también participaron María Alejandra Guerrero Loarte y Diego Azañedo, de la Universidad Científica del Sur, y Fabriccio J. Visconti-Lopez, de la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas.