Notas

Día de los Bosques: ¿por qué es tan importante protegerlos?

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Los bosques son fundamentales para la vida en el planeta y Perú es el segundo país de Latinoamérica y el cuarto a nivel mundial con mayor superficie de bosques, según el Ministerio del Ambiente.

El 57% de nuestra superficie nacional tiene cobertura boscosa, pero cada día se deforestan más de 700 hectáreas. Ello se debe a actividades humanas como la tala ilegal, un problema que afecta a países con gran biodiversidad.

Así, la Organización de las Naciones Unidas estableció el 26 de junio como el Día Internacional de la Preservación de los Bosques Tropicales, una fecha clave para resaltar la importancia de proteger y conservar estos valiosos ecosistemas en el contexto de crisis climática que atraviesa la Tierra.

Teniendo ello en cuenta, el ingeniero agroforestal Diego Aliaga, docente y responsable del Centro de Innovación Agroforestal de la Universidad Científica del Sur, explica el rol de estos espacios y cómo podemos cuidarlos

¿Qué es un bosque?

En el ámbito académico, existen diversas definiciones de lo que es un bosque. Aliaga aclara que lo más importante a considerar es el elemento ecológico.


“Un bosque como tal es un ecosistema donde claramente los árboles son el elemento principal, que genera condiciones particulares y promueve la interacción con el entorno, ya sea con las plantas asociadas o con la fauna silvestre. En general, un espacio es considerado como bosque cuando tiene un 10% de árboles por hectárea”, detalla.

¿Qué beneficios brinda un bosque?

Los bosques, así como otros ecosistemas, brindan diversos beneficios a la humanidad, también llamados servicios ecosistémicos, que “hacen posible la vida humana, por ejemplo, al proporcionar alimentos nutritivos y agua limpia; al regular las enfermedades y el clima; al apoyar la polinización de los cultivos y la formación de suelos, y al ofrecer beneficios recreativos, culturales y espirituales”, explica la FAO.

  • Regulación del carbono
    Los bosques son considerados como los “pulmones” del planeta, pues absorben CO2, un gas de efecto invernadero, atrapan el carbono y liberan el oxígeno a la atmósfera, lo que contribuye a la mitigación de los efectos del cambio climático.
    “Con este proceso natural, los bosques promueven una regulación del carbón. Es un servicio ambiental, un servicio ecosistémico muy importante que los bosques brindan a la sociedad”, afirma Aliaga.
  • Regulación hídrica
    Si bien los bosques son conocidos por su rol frente al carbono, estos ecosistemas también tienen la capacidad de regular el ciclo del agua, que es el proceso mediante el cual se transporta el agua de las precipitaciones desde al aire hacia la tierra.
    “Los árboles tienen la capacidad también de regular el agua atmosférica, pueden canalizarla a través del mismo árbol y fijarla a través de sus raíces. Así, pueden interceptar y evaporar agua, e incluso filtrar y mejorar su calidad”, detalla.
  • Reducción de procesos erosivos
    La preservación de estos espacios también es importante porque los eventos naturales como inundaciones o deslizamientos pueden ser mitigados gracias a los árboles.
    “Si en un área con cobertura forestal cae una gran precipitación, los árboles sirven como escudos, frenan ese choque directo de la lluvia en el suelo, lo que evita que estas áreas se humedezcan y se deslicen. Este amortiguamiento no sucede en lugares sin cobertura boscosa, por ello es que en estos espacios es difícil prevenir la generación de huaicos”, advierte.
  • Hogar de especies polinizadoras
    Aunque se tiene la idea de que los bosques son lugares alejados donde no viven personas, lo cierto es que muchos de estos espacios albergan comunidades y también actividades como la agricultura.
    En los bosques viven múltiples especies, desde depredadores hasta pequeños animales que son fundamentales en la polinización, proceso por el cual se germinan las plantas y se pueden obtener nuevos frutos y semillas. El rol de polinización es cumplido por aves como los colibríes o insectos, hasta animales más grandes como primates.
    “En los bosques viven polinizadores especializados. Sin ellos, la fecundación de una planta determinada no es posible. Puede ser un insecto, un ave, un mamífero… Si ellos no están, la sustentabilidad de la agricultura también se ve afectada. Sin polinización no tendríamos muchos frutos o bayas que nos llegan hoy en día a nuestra mesa. Un porcentaje importante de la agricultura se desarrolla en contextos forestales”, señala.

Debido a todo ello, “es importante reconocer que los bosques benefician al ser humano directamente. Por ello, la conservación y la gestión correcta de los bosques es muy importante para salvaguardar los procesos ecológicos esenciales para la vida”, afirma Aliaga.

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