Investigaciones científicas

Bullying: adolescentes de hogares violentos tienen casi 5 veces más riesgo de sufrirlo

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Entre 2013 y 2022, la plataforma SiSeve del Ministerio de Educación ha registrado más de 40.000 reportes de violencia escolar

Un estudio realizado por investigadores peruanos determinó que existe una relación entre la exposición a violencia dentro del hogar y la posibilidad de que los adolescentes sufran bullying.
La investigación, publicada en la revista brasileña Cadernos de Saúde Pública, halló que aquellos menores expuestos a violencia en su familia tienen 4,8 veces más riesgo de convertirse en víctimas de bullying.

“La teoría del aprendizaje social señala que, si una persona ha estado expuesta a violencia, después nuevamente la replicará. Se acostumbran a ser parte de ese tipo de entornos y lo van replicando constantemente”, explica el doctor Juan Jhonnel Alarco, autor principal del estudio e investigador de la Universidad Científica del Sur.

Los investigadores usaron los resultados obtenidos en la Encuesta Nacional sobre Relaciones Sociales (ENARES) de 2019 y se enfocaron en el grupo etario de 12 a 17 años y sus estadísticas relacionadas. De la encuesta, analizaron la relación entre dos factores: exposición a violencia y la victimización por acoso escolar (víctimas de bullying).

Alarco, quien también es miembro de la Asociación Internacional de Epidemiología, detalla que los adolescentes son testigos de actos de violencia en sus hogares, lo que incluye todas las formas de violencia: física, psicológica y/o sexual.

Bullying en el Perú

El bullying es un tipo de violencia caracterizada por conductas intencionales de hostigamiento, falta de respeto y maltrato verbal, físico o psicológico que recibe un estudiante en forma reiterativa por parte de uno o varios de sus pares, con el objeto de intimidarlo, excluirlo o discriminarlo, según el Ministerio de Educación.

Entre 2013 y 2022, la plataforma SiSeve del Ministerio de Educación ha registrado más de 40.000 reportes de violencia escolar por parte del personal educativo y el alumnado. Del total, el 19% corresponden al bullying y ciberbullying. Para el mes de agosto, la plataforma contabiliza un total de 24.788 casos de bullying entre estudiantes.

De esta forma, el entorno tiene un papel fundamental para la repetición de patrones ligados a la violencia, pero no se trata del único factor que influye para su desarrollo.

Un daño multifactorial

Según la Organización Mundial de la Salud, la exposición a la violencia a una edad temprana puede perjudicar el desarrollo cerebral y dañar el sistema nervioso, así como los sistemas endocrino, circulatorio e inmunológico, con consecuencias que duran toda la vida.

“Existen explicaciones no solo del contexto, es decir, del punto de vista psicológico que influyen en las consecuencias, sino también hay una explicación del punto de vista biológico. Algunos genes también intervienen en el proceso y predisponen a las personas desde las primeras etapas de vida”, señala el investigador.

“La susceptibilidad genética es una característica de los niños que tienen un genotipo que expresa altos niveles de la enzima MAO (enzima monoaminoxidasa) y que hace que las personas tengan menos probabilidades de desarrollar conductas antisociales”, detalla el científico.

El estudio también menciona otros factores que influyen en la posibilidad de que los adolescentes sean víctimas de abuso escolar, como la baja educación de los padres, la falta de empleo, la poca edad de la madre y el tamaño de la familia. A su vez, Alarco menciona que estos factores se relacionan con problemas de conducta infantil y violencia juvenil.

Acciones de prevención


La investigación brinda un panorama completo sobre aspectos que se deben tener en cuenta para tomar acciones frente a la problemática del bullying en el país. Para Alarco, el trabajo brinda información relevante que debe ser considerada por los gestores en salud pública y salud infantil para emprender acciones de forma oportuna.

“Sería ideal que las escuelas realicen un tamizaje en los niños y se pueda evaluar cómo es su entorno familiar. Esta identificación debería ser previa al ingreso de los niños a las escuelas y poder determinar así cuál es su situación referente a la violencia que sufren o podrían sufrir en su hogar, y hacer un seguimiento de esto”, propone.

En ese sentido, las acciones que se tomen basadas en esta información podrían ser determinantes. “Si se identifica que existen problemas, podemos anticipar que estos niños podrían sufrir bullying o de violencia sistemática en la escuela cuando sean mayores”, finaliza Alarco.

En la investigación también participaron María Fernanda Lazo-Legrand, Rodrigo Palomino-Torres y Horacio Chacón-Torrico, investigadores de la Universidad Científica del Sur, y Humberto Garayar-Peceros, de la Universidad San Luis Gonzaga de Ica.

Entre 2013 y 2022, la plataforma SiSeve del Ministerio de Educación ha registrado más de 40.000 reportes de violencia escolar por parte del personal educativo y el alumnado. Del total, el 19% corresponden al bullying y ciberbullying. Para el mes de agosto, la plataforma contabiliza un total de 24.788 casos de bullying entre estudiantes.

De esta forma, el entorno tiene un papel fundamental para la repetición de patrones ligados a la violencia, pero no se trata del único factor que influye para su desarrollo.

Ficha técnica:
Revista: Investigación actual en sostenibilidad ambiental
DOI: 10.1016/j.crsust.2022.100148
Método de investigación: Metanálisis
Tema de investigación: Gente
Título del artículo: Deficiencia crónica de diversidad y pluralismo en la investigación sobre los efectos de la naturaleza en la salud mental: un problema de salud planetaria.
Fecha de publicación del artículo: 6-mayo-2022
Investigadores:

Juan Jhonnel Alarco

Contacto de prensa:

+51 962 744 069

ycollave@cientifica.edu.pe

kramirezp@cientifica.edu.pe