Investigaciones científicas

El 25% de hogares peruanos tiene agua de consumo humano contaminada con bacteria E. coli

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Lavado de manos. (Pixabay)

La investigación realizada también identificó que la pobreza es un factor influyente en los casos de contaminación. Los datos utilizados para el estudio corresponden a todo el territorio nacional.

Un estudio realizado por investigadores peruanos estimó que el 25% de los hogares peruanos cuentan con agua contaminada con la bacteria Escherichia coli (E. coli). Esto representa un problema de salud pública, ya que el consumo de agua contaminada con heces (la presencia de E. coli es un indicador de ello) puede ocasionar enfermedades como el cólera, diarrea, disentería, hepatitis A, fiebre tifoidea y poliomielitis, tal como lo indica la Organización Mundial de la Salud (OMS).

“La Escherichia coli es un patógeno muy común en enfermedades diarreicas. Tanto en el Perú como en otros países latinoamericanos la prevalencia de diarrea es muy alta, siendo un problema de salud pública persistente y, además, debemos considerar que el agua para consumo humano en países de bajos y medianos ingresos en Latinoamérica tiene un acceso limitado y muchas veces es de baja calidad “, señala el Dr. Juan Rodrigo Vargas Fernández, investigador de la Universidad Científica del Sur y líder del estudio.

La idea de la investigación partió de una perspectiva de salud pública. “Muchas organizaciones como las Naciones Unidas buscan que se garantice un agua segura para el consumo humano en toda la población. Para ello, se incorporan acciones enfocadas en reducir la contaminación de este recurso natural”, explica el experto.

“La problemática actual con este recurso natural es que prácticamente dos mil millones de personas consumen agua contaminada con heces, según se identificó hacia el año 2019. Como consecuencia, se han generado más de un millón de muertes por enfermedades relacionadas con la contaminación del agua, principalmente en países de bajos y medianos ingresos”, añade el también ganador del programa de entrenamiento internacional: Training in Infectous Diseases in Peru. Time for Capacity Strengthening in Clinical Research (Fogarty).

El estudio fue publicado en diciembre del año pasado en la revista de la American Society of Tropical Medicine and Hygiene (Sociedad Estadounidense de Medicina Tropical e Higiene).

¿Cómo se realizó el estudio?

El análisis del agua contaminada se puede llevar a cabo en base a parámetros físicos, químicos y microbiológicos. “Nosotros nos basamos netamente en el aspecto microbiológico para medir el componente de calidad de agua. En este caso, el componente microbiológico está basado en la determinación de Escherichia coli, una bacteria gram negativa, muy prevalente en enfermedades diarreicas”, explica Vargas Fernández.

Para el estudio, los investigadores realizaron un análisis secundario de la Encuesta de Vigilancia Alimentaria y Nutricional por etapas de vida (VIANEV) del 2017–2018. Se incluyó un total de 886 registros de muestras de agua procedentes de los hogares de los sujetos participantes. Los suministros de agua considerados abarcan baldes u otros recipientes para depositar agua y directamente del caño.

“La encuesta empleada fue desarrollada por el Instituto Nacional de Salud. Dentro de ella se recolectó información acerca la calidad del agua en diferentes regiones del Perú y hogares, del área urbana y rural. Se trata de una encuesta representativa de la población peruana teniendo en cuenta la diversidad que caracteriza al Perú”, precisa el Dr. Akram Hernández, investigador de la Universidad San Ignacio de Loyola y miembro del equipo de investigación.

“La información recolectada de la encuesta está alineada con el Objetivo de Desarrollo Sostenible 6, relacionado al agua limpia y saneamiento. En el estudio analizamos la calidad del agua en cuanto a la dotación de cloro que contenía. Los resultados de la Encuesta también consideran muestras de agua que fueron analizadas por el mismo Instituto Nacional de Salud para identificar el crecimiento de alguna bacteria”, añade el también magíster en Gestión y Políticas Públicas.

Para fines de medición de la contaminación, se consideró que un suministro estaba contaminado cuando había al menos 1 unidad formadora de colonias de E. coli en 100 mL de agua para consumo humano. Se halló que el 25,2% de las fuentes domiciliarias de agua para consumo humano presentaban E. coli al momento del muestreo.

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Imagen referencial de la bacteria E. Coli. (Foto: Pixabay)

¿Cómo se contamina el agua con E. Coli?

Es necesario precisar que la E. coli es una bacteria que forma parte natural del organismo de las personas. “Esta bacteria normalmente se encuentra dentro de la microbiota normal del ser humano y en el aparato gastrointestinal de los animales”, precisa Vargas Fernández.

Respecto a la contaminación del agua, los expertos destacan que un mal manejo puede ser el punto de partida para su desencadenamiento. “Se observa que, por ejemplo, en el Perú, el 19,6% de los hogares no tienen un suministro de agua netamente relacionado a una conexión pública, sino que ellos la almacenan de una manera inadecuada a través de baldes, camiones cisterna y otros suministros. En muchos casos, recolectan el agua de ríos y lagos, que no necesariamente tienen un nivel adecuado de calidad del agua”, advierte el experto.

“Es así como este recurso natural se ve contaminado por heces, ya sea de animales domésticos o que pueden tener contacto con el agua. Posteriormente, un mal lavado de manos para manipular este recurso puede ser también perjudicial”, señala.

¿Qué consideraciones se deben tener para asegurar la desinfección del agua?

Para garantizar el buen estado del agua antes de su consumo, los expertos señalan que esta debe ser desinfectada con cloro. “El agua debe tener una cantidad específica de concentración de cloro residual de 0.5 miligramos por litro o más. Si tiene una concentración menor o no está clorada, podría contener bacterias como hemos informado en este estudio”, detalla Hernández.

Pobreza: un factor de riesgo

En el estudio realizado se encontró que existe una relación entre la presencia de E. coli y tres factores: hogares pertenecientes a un quintil de riqueza pobre, residentes de áreas rurales y con índice de desarrollo humano bajo. Se identificó que dichos factores influyen en la probabilidad de que los suministros cuenten con agua contaminada.

“Normalmente en las zonas rurales o alejadas, el agua se almacena mediante cisternas u otros medios. El riesgo se da cuando estas cisternas que transportan el agua no están adecuadamente limpias y luego esta agua contaminada se traslada a reservorios como baldes en los hogares. Al final, el agua se contamina mucho más para las personas que la consumen”, explica Fabriccio Visconti Lopez, estudiante e investigador de la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas y tercer miembro del equipo de investigación.

En oposición a estos casos, el estudio identificó que los hogares que purifican el agua con concentraciones de cloro de 0,5 mg/L o más y que tienen miembros del hogar con educación superior tienen menor probabilidad de contar con suministros de agua contaminados con E. coli.

Recomendaciones e importancia de las investigaciones

Los investigadores brindan las siguientes recomendaciones a nivel de acciones para garantizar la salubridad del agua que llega a nivel nacional:

  • Al ser las zonas rurales las más afectadas por la contaminación del agua, los investigadores enfatizan la necesidad de ejecutar acciones a nivel de regulación. “El Estado debe tener una mayor presencia realizando visitas y supervisando que las empresas realicen la potabilización del agua con la cantidad de cloro requerida. Adicionalmente, es crucial realizar visitas a los hogares para que el punto de consumo de agua potable cuente con la cantidad adecuada de cloro”, precisan.
  • A nivel de provisión, resaltan la importancia de garantizar el acceso del agua potable para todas las personas. “Se trata de una política necesaria a nivel del Estado que, si bien ha tenido logros a lo largo de los años, aún debe terminar de lograrse en su totalidad para garantizar la salubridad del agua”, advierten.
  • También, recomiendan brindar kits provisionales para que las personas que viven en zonas rurales. “Son necesarias estas medidas mientras se consigue la potabilización del agua a nivel nacional”, recomiendan.
  • Otro aspecto importante que debe ser considerado para los expertos es el cambio climático. “El cambio climático afecta de una manera directa a los suministros de agua, a la disponibilidad de agua. La falta de un suministro de agua puede generar un desabastecimiento de agua para consumo humano incluso en aquellos hogares cuya fuente de agua son los recursos naturales como ríos o lagos”, destacan.
  • La educación también ocupa un papel importante. “Principalmente podemos focalizar la educación en el manejo y potabilización del agua en los hogares de menor nivel socioeconómico y en áreas rurales. No solo centrarnos en lo individual, sino en las condiciones a nivel de comunidad y del Estado”, finalizan.
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Investigadores:

Juan Rodrigo Vargas Fernández

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