Investigaciones científicas Paper

Perú es uno de los 10 países con mayor prevalencia de adicción al sexo, según estudio global

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Un estudio internacional que recopiló datos en 42 países y 26 idiomas revela que el Perú ocupa el décimo lugar en prevalencia del Trastorno de Conducta Sexual Compulsiva (CSBD, por sus siglas en inglés) conocida como adicción al sexo o hipersexualidad. Esta condición, reconocida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) desde 2018 como un trastorno de salud mental, se caracteriza por la dificultad para controlar los impulsos sexuales, incluso cuando estos generan malestar o afectan la vida cotidiana del individuo.

A diferencia de un deseo sexual saludable, el CSBD se manifiesta cuando la persona no experimenta satisfacción tras la actividad sexual, lo que la lleva a conductas repetitivas y problemáticas. “La vida de las personas que sufren este trastorno de conducta sexual compulsiva se ve afectada desde diferentes aristas, arriesgan oportunidades de trabajo, faltan a clases, agravan problemas de salud mental como depresión o ansiedad e incluso algunos de ellos terminan contrayendo alguna enfermedad de transmisión sexual”, explica el especialista Jano Ramos Díaz, uno de los autores del estudio.

El estudio, publicado en la revista Journal of Behavioral Addictions, fue dirigido por la doctora Beáta Bőthe de la Universidad de Montreal, Canadá, en colaboración con investigadores de diversos países. Los resultados indican que las personas que se encuentran en mayor riesgo de este trastorno están en Bolivia (14.58%), seguido por Bangladesh (13.30%) e India (13.99%). Perú con un 7.87% de personas en el grupo de alto riesgo del comportamiento sexual compulsivo, se encuentra sobre Brasil (7.81%) y bajo Australia (8.50%). Según los investigadores, estos niveles pueden estar influenciados por factores culturales, sociales y la limitada educación sexual en algunos países.

En el Perú, la recolección de datos estuvo a cargo de Ramos Díaz, investigador de la Universidad Privada del Norte, y Percy Mayta, investigador de la Universidad Científica del Sur. Ambos expertos señalaron que enfrentaron dificultades para realizar las encuestas, debido a la resistencia de algunas instituciones académicas a abordar el tema.

“Hay instituciones académicas que nos han cerrado las puertas al momento de llevar a cabo esta investigación. Y eso nos dice mucho de la sociedad en la que vivimos. Necesitamos hablar de estos temas de la mano de expertos. Si educamos a la población, las personas podrán entender que este tipo de comportamientos pueden ser un problema de salud mental, como cualquier otra enfermedad médica, y que se puede buscar ayuda y tratamiento”, afirma Ramos.

¿Cómo se realizó el estudio?

El estudio basado en datos de la Encuesta Internacional de Sexo con 82 243 participantes validó dos herramientas estandarizadas para la evaluación del trastorno: la Escala de Trastorno de Conducta Sexual Compulsiva en su versión original (CSBD-19) y su versión corta (CSBD-7). La escala CSBD-19, desarrollado también por un grupo de investigadores liderados por la doctora Beáta, es la única herramienta de evaluación integral que toma en cuenta todos los criterios de diagnóstico como: control, saliencia, recaída, insatisfacción frente al comportamiento sexual y consecuencias negativas derivadas.

Ambas demostraron una confiabilidad y validez excelentes para la evaluación del trastorno en diferentes culturas y poblaciones. Aunque, si bien la CSBD-19 y la CSBD-7 sirven como primer paso en la detección de esta condición, los especialistas advierten que no reemplazan un diagnóstico formal, el cual debe realizarse a través de una evaluación clínica completa individual

¿Quiénes son los más afectados?

Los resultados del estudio revelaron que el 4,8% de los participantes a nivel global se encuentra en alto riesgo de padecer este trastorno. Sin embargo, solo el 14% de quienes presentan síntomas han buscado tratamiento, lo que evidencia una brecha significativa en el acceso a atención especializada.

“Se analizó también si las personas que se encontraban en el grupo de alto riesgo habían buscado tratamiento y se encontró que un grupo reducido no lo hace por un tema económico, otros no lo hacen por sentir vergüenza. También hay otro grupo, por ejemplo, de personas que no lo consideran un problema, lo que refleja una falta de conciencia y conocimiento para buscar ayuda sobre este tema”, afirma Ramos.

En cuanto a las diferencias por género, los hombres presentaron las puntuaciones más altas en la escala CSBD-19, seguidos por personas de género diverso y, finalmente, por las mujeres. En Perú, esta tendencia también se mantuvo, reflejando un patrón similar al observado a nivel internacional. No se encontraron diferencias significativas en los niveles de hipersexualidad según la orientación sexual, lo que sugiere que este trastorno afecta de manera homogénea a personas de distintas orientaciones.

“La falta de control de los impulsos sexuales los pone en situaciones de alto riesgo que tiene consecuencias directas en su salud”, asegura Ramos.

Otros países hispanoamericanos que se encuentran en el top 10 son Ecuador en el cuarto lugar con 10.51% y Panamá en el sexto lugar con 9.64%.

Investigadores:

Percy Mayta-Tristán

Contacto de prensa:

+51 962 744 069

ycollave@cientifica.edu.pe

kramirezp@cientifica.edu.pe