Científicos peruanos realizaron una expedición a la Antártida durante los primeros meses del 2024.
La Antártida es un continente que cubre una superficie aproximada de 14.000.000 km2, de los cuales menos del 1% constituyen áreas libres de hielo. Es el continente más frío, más seco, más ventoso y con mayor altura media (más de 2000 m sobre el nivel del mar) del planeta. El entorno situado al sur de los 60° de latitud Sur se encuentra protegido por el Tratado Antártico que entró en vigor en 1961 y que establece que dentro de este territorio solo se podrán realizar actividades relacionadas a la investigación científica.
El Perú posee una estación científica en la Antártida desde 1989 llamada Machu Picchu, ubicada en la ensenada Mackellar de la isla Rey Jorge. En ella, se realizan numerosas investigaciones geográficas, geológicas, climatológicas y biológicas.
En enero de este año, dos investigadores de la Universidad Científica del Sur, en colaboración con otras instituciones peruanas, participaron de la expedición ANTAR XXX. Ellos fueron Luzmila Rodríguez, bióloga especialista en plancton y docente de esta universidad, y Carlos Girón, biólogo marino con experiencia en identificación taxonómica.
La Científica está desarrollando dos proyectos de investigación en la Antártida relacionados con la calidad ambiental y la productividad primaria en los cuerpos de agua. Ambos estudios han requerido las tomas de muestras de agua y sedimento del ecosistema antártico para su posterior análisis. De acuerdo con Luzmila Rodríguez, para realizar esta tarea, las condiciones climáticas extremas del continente fueron retadoras y en algunos casos complicaron la colecta de muestras.
“El trabajo de campo en este ambiente extremo es totalmente distinto al que se realiza en un laboratorio o en el mar de nuestro país. El viento intenso y el frío extremo complicaba la colecta de muestras bajo estándares metodológicos apropiados y nos exigía realizar nuevamente la recolección”, explica Luzmila Rodríguez.
Diferencias y similitudes
El primer proyecto empezó en el 2023 y es liderado por Aldo Indacochea con la co-autoría de María Isabel Carmona, Báslavi Condor y Bernabé Moreno. El objetivo del estudio es caracterizar y diferenciar las propiedades fisicoquímicas, características ecológicas y funcionales de las comunidades de poliquetos, grupo de gusanos anélidos que abunda en los ecosistemas marinos. Estos organismos destacan por su biodiversidad, rol ecológico y muchos pueden utilizarse como indicadores de calidad ambiental.
“Las especies de poliquetos que habitan en el ecosistema antártico de aguas frías y poco nutritivas pueden funcionar como indicadores del ambiente. Registrar las características de los poliquetos permite conocer los componentes de su entorno y entender los procesos biológicos que les permiten vivir en él”, explica Rodríguez.
Para el desarrollo de este primer proyecto titulado “Poliquetos como indicadores biológicos sobre las interacciones tróficas del macrobentos en la ensenada Mackellar, isla Rey Jorge Antártica” se participaron en dos expediciones: ANTAR XXIX en el 2023 y ANTAR XXX en el 2024. El muestreo de campo realizado en el 2023 contó con la participación de Báslavi Cóndor y Carlos Girón, mientras que Luzmila Rodríguez y Carlos Girón participaron en la expedición de este año.
Esta investigación se dividió en dos fases: Fase Agua y Fase Draga. La primera fase consistió en la toma de parámetros fisicoquímicos mediante un equipo multiparámetro y la colecta de fitoplancton y zooplancton mediante redes. La segunda fase consistió en la toma de bentos y sedimento marino mediante el uso de una Draga Van Veen.
El fitoplancton y el zooplancton son organismos que viven en ambientes acuáticos y que son demasiado pequeños o débiles para movilizarse contra corriente. El fitoplancton incluye varios tipos de microalgas y constituye el primer eslabón de la cadena alimenticia. Por su parte, el zooplancton incluye a organismos animales diminutos y se ubican en el siguiente nivel trófico.
Las hidrotermales
El segundo proyecto cuenta con la participación la Científica y lo lidera Cinthya Bello, bióloga y docente de la Universidad Científica del Sur, en colaboración con el Instituto Peruano de Energía Nuclear (IPEN) y el Instituto de Investigaciones Marinas y Costeras (INVEMAR). Las muestras tomadas para este segundo proyecto serán analizadas en diferentes estudios.
Uno de los estudios es liderado por Rodríguez y tiene como objetivo conocer la influencia de las hidrotermales, emanaciones de agua de alta temperatura que emergen desde aberturas de la superficie del fondo marino, del Estrecho de Bransfield sobre la productividad primaria en los entornos acuáticos.
“Las hidrotermales liberan sustancias que especies como el fitoplancton podrían aprovechar como fertilizante y que podrían estimular un mayor crecimiento de los organismos primarios en este ambiente”, comenta Rodríguez.
Tanto el primer y segundo proyecto se encuentran en la etapa de procesamiento de las muestras en laboratorio por parte de tesistas de la Científica bajo la supervisión de los investigadores. Cuando se tengan los resultados completos, se procederá a analizar e interpretar los datos para la redacción de tesis de pre y posgrado de esta casa de estudios.