Investigaciones científicas

¿Es posible sembrar en el mar? Los científicos peruanos ya lo hacen

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El proyecto busca resaurar las praderas naturales de algas, que captura dióxido de carbono, lo que contribuye a la mitigación del cambio climático.

La agricultura es una de las principales actividades económicas para muchas familias peruanas, que desde hace miles de años se dedican a ella, pero esta actividad -relacionada comúnmente a la tierra- también se desarrolla en el mar.

Cientos de pescadores peruanos extraen algas marinas, entre ellas la más conocida es el “Yuyo”. Estas son consumidas en platos marinos como el ceviche, pero que también tiene diversos usos en la industria.

Pero en los últimos años, los bosques marinos naturales donde crecen estas algas se han visto afectadas por la sobreexplotación. La cantidad de algas que los pescadores obtienen ha disminuido dramáticamente, lo que afecta directamente los ingresos económicos para sus familias.

Para ayudar a los pescadores, un equipo de biólogos de la Universidad Científica del Sur (UCSUR) ha desarrollado una eficiente y sostenible técnica de sembrado de algas que ya está siendo usada en la concesión marina de la Cooperativa de Trabajadores Pescadores Artesanales Algas Marinas (COTRAPALMAR), en Pisco.

Los científicos del Laboratorio de Investigación en Cultivos Marinos de la UCSUR (LICMA) producen plántulas (semilla) de diversos tipos de algas (Chondracanthus chamissoi, Gracilariopsis lemaneiformis, Mazzaella canaliculata, Macrocystis pyrifera) a través de la reproducción sexual via esporas y por propagación vegetativa. Estas son sembradas en el mar y posteriormente cosechadas por los pescadores.

Según explica el biólogo Paul Baltazar Guerrero, jefe del LICMA, las algas cultivadas son insumos que pueden transformarse en productos secundarios, como biofertilizantes, harinas para consumo humano, carragenanos -que son usadas en la industria alimentaria como aditivos-, entre otros derivados.

La ventaja de esta técnica de cultivo es que se controla el crecimiento del alga, brinda hasta cinco brotes posterior a la primera cosecha y permite disminuir la presión sobre los bancos naturales de algas, además de dar refugio a diversas especies para actividades como la reproducción y la alimentación. También tiene un importante rol en la retención de carbono, contribuyendo así a la mitigación del cambio climático.

El objetivo final es que, gracias a la transferencia tecnológica que se realiza desde el inicio del proyecto, los pescadores apliquen esta técnica de cultivo en sus actividades productivas diarias y así logren que sus condiciones de vida mejoren, señala Baltazar Guerrero.
El programa de cultivo de algas tiene el respaldo del Programa Nacional de Innovación en Pesca y Acuicultura del Ministerio de la Producción (PNIPA).

Investigadores:

Paul Baltazar Guerrero

Contacto de prensa:
+51 962 744 069
ycollave@cientifica.pe
kramirezp@cientifica.pe